domingo, 19 de marzo de 2017

La Batalla de Pichincha: Resúmen

La Batalla de Pichicha: Resumen de TODO lo acontecido.

La campaña militar por la independencia de Quito se inició el 9 de octubre de 1820, cuando la ciudad de Guayaquil proclamó su independencia de España después de una rápida y casi incruenta revuelta contra la guarnición local. En febrero de 1821 Guayaquil  había recibido refuerzos, armas y provisiones de parte de Bolívar, En mayo del mismo año, el general de brigada Antonio José de Sucre arribó a Guayaquil. Él debía asumir la dirección del ejército Patriota, y empezar las operaciones con miras a la liberación de la ciudad de Quito y todo el territorio de la Real Audiencia de Quito. El objetivo político de Bolívar era incorporar todas las provincias de la Real Audiencia, a Colombia. Guayaquil, por su parte, no había decidido si incorporarse a Perú o Colombia, y muchos de sus ciudadanos querían establecer su propia República. El avance de Sucre a través de los Andes empezó en julio de 1821. Al igual que en la primera campaña, Sucre fue vencido por el ejército Realista el 12 de septiembre, Esta segunda campaña terminó con un armisticio entre los independentistas y los realistas el 18 de noviembre de 1821. De vuelta en Guayaquil, el General Sucre concluyó que la mejor estrategia para la próxima campaña sería intentar un avance indirecto, marchando primero hasta Cuenca antes de redirigirse hacia el Norte, a través de los Andes, en dirección a Quito, y así evitar un combate directo en condiciones desfavorables con las fuerzas Realistas que venían de Quito. Para enero de 1822 Sucre ya había organizado la nueva campaña. En el camino, Sucre iba juntando hombres, a tal grado de que hizo que el destacamento realista de caballería que defendía Cuenca, se retirara hacia el norte, pudiendo recapturar Cuenca el 21 de febrero de 1822, sin que se disparara ni un solo tiro. Durante marzo y abril, los Realistas continuaron marchando hacia el Norte, logrando con éxito evitar enfrentarse con la caballería Patriota. Sin embargo, el 21 de abril se produjo un feroz encuentro entre las fuerzas de caballería en Tapi, cerca de Riobamba. Al final del día los Realistas nuevamente se retiraron, mientras que el ejército principal de Sucre procedió a capturar Riobamba, quedándose ahí hasta el 28 antes de reanudar su viaje hacia Quito. El 2 de mayo de 1822, cuando Sucre había alcanzado la ciudad de Latacunga, procedió a reorganizar sus tropas, sumando voluntarios de los pueblos cercanos, mientras esperaba refuerzos, y nuevos informes de inteligencia sobre el paradero del ejército Realista. Mientras tanto, Aymerich alistó los puntos de resistencia y posiciones de artillería en los principales pasos montañosos que dirigían a Quito. Sucre, decidió avanzar paralelamente a los flancos de las posiciones Realistas, marchando por las laderas del volcán Cotopaxi para así poder llegar al Valle de los Chillos, en la retaguardia de las posiciones defensivas Realistas. El 14 de mayo el ejército Realista, intuyendo las intenciones de Sucre, comenzó a replegarse, llegando a Quito el 16. Dos días después, y tras una muy difícil marcha, el ejército de Sucre ocupó Sangolquí. En la madrugada del 24 de mayo de 1822, el ejército patriota, empezó a ascender por las laderas del volcán Pichincha.  A pesar del enorme esfuerzo de las tropas, el avance por las laderas del volcán fue más lento de lo que se esperaba, y la llovizna que cayó durante la noche convirtió los senderos en ciénagas. Cuando amaneció, para consternación de Sucre, el ejército no había logrado un avance significativo, hallándose literalmente a mitad del camino, y a la vista de los centinelas Realistas en Quito. 
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A las ocho en punto, Sucre ordenó a su ejército detener el avance para descansar, pidiendo a sus oficiales ocultar sus batallones como mejor pudieran. Envió parte del batallón Cazadores del Paya en una labor de reconocimiento, seguidos por el Trujillo, otro batallón peruano. Una hora y media después, repentinamente, los hombres del Paya fueron golpeados por una descarga, bien apuntada, de mosquetes. Esta acción dio inicio a la batalla. Aymerich ordenó a su ejército de ascender la montaña lo más pronto posible, para enfrentar ahí a Sucre. Al haberse encontrado en un campo de batalla tan improbable, los dos comandantes no tuvieron otra opción más que enviar gradualmente sus tropas a la batalla. Existía poco espacio para maniobrar en las empinadas laderas del Pichincha, entre profundos barrancos y densos matorrales. Los hombres del Paya, tras recuperarse de la conmoción inicial, se reposicionaron bajo el fuego enemigo, esperando la llegada del batallón Trujillo. El sobresaltado Sucre, sólo esperando que los españoles estén más cansados que sus propias tropas, envió al batallón Yaguachi, conformado por ecuatorianos. El batallón Alto Magdalena trató de hacer un movimiento de flanqueo, pero sin éxito, pues el terreno no se lo permitió. Pronto, los batallones Paya, Trujillo y Yaguachi, sufriendo muchas bajas y con pocas municiones, comenzaron a replegarse. A medida que el tiempo pasaba, los Realistas parecían ganar el control de la batalla. El Trujillo fue obligado a retroceder, mientras que el batallón peruano Piura se dispersó antes de enfrentar al enemigo. En medio de la desesperación, a los hombres de reserva del batallón Paya se les ordenó cargar contra el enemigo con sus bayonetas. Ambos bandos sufrieron grandes bajas, pero la situación más o menos se estabilizó para los Patriotas. Aymerich, como parte de su estrategia, durante el ascenso al Pichincha separó de su fuerza principal al batallón Aragón, ordenándole avanzar hasta la cúspide del volcán, para así luego atacar a los Patriotas por la retaguarda, rompiendo sus líneas en el momento indicado. Afortunadamente para los Patriotas, cuando el Aragón estaba por cargar sobre la alicaída línea Patriota, fue detenido en seco por el Albión, que entró inesperadamente en la batalla. Pronto, el Magdalena se unió a la batalla, y el Aragón tras sufrir fuertes bajas, se desintegró. Entonces el Magdalena avanzó hasta la línea Patriota para reemplazar al Paya, y cargó contra la línea Realista, que terminó por romperse. A las doce del día, los soldados de la libertad en la cima del Pichincha dieron el grito de victoria. 
Al ser derrotados, los españoles se refugiaron en el fortín, Sucre, para evitar el sangriento asalto al emblemático cerro, envió un emisario a Aymerich para que capitulara, cosa que el capitán general español aceptó el 25 de mayo del mismo año. Según el acta de Capitulación los españoles, a las 14:00 de ese día, arriaron su bandera y entregaron sus armas al Ejército de la Gran Colombia, en una ceremonia especial que tuvo lugar en un puente del fortín colonial. De esta manera, en la cima del Panecillo tuvo lugar el acto final del Imperio español en Ecuador. Sucre también decidió dar libertad a Guayaquil, territorio que conforma hoy la República de Ecuador, y facilitó su incorporación a la Gran Colombia. El 18 de junio de ese año, Bolívar le asciende a Sucre a general de división y lo nombra intendente del departamento de Quito. Al frente de los destinos de Ecuador desarrolla una positiva obra de progreso: funda la Corte de Justicia de Cuenca y en Quito el primer periódico republicano de la época: El Monitor. Instala en esa ciudad la Sociedad Económica. De su actividad personal es buena prueba que, el 6 de septiembre de 1822 expidió y firmó en Quito 52 comunicaciones. Interesado por la educación se puede afirmar que halló en Cuenca 7 escuelas y dejó 20.

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